Capítulo 2
Antonio estaba en el centro de todo
Hace 10 años, Farinafina era una empresa en pleno crecimiento. Ya tenían todo el control sobre la producción de materias primas, dominaban el proceso de transformación en harina y se proponían como objetivo ampliar el negocio transformando la harina en bases de pizzas ultracongeladas.
Farinafina era una empresa tradicional que, hacia los años 90, decidió contratar a Antonio, un joven estudiante de electricidad del instituto Guindàvols de Lleida. Antonio entró en Farinafina para realizar tareas de mantenimiento en la fábrica, que incluían asistir a los técnicos de IBM que venían desde Madrid cuando el servidor fallaba.
Llegó la microinformática y fueron apareciendo los primeros ordenadores personales. Antonio no estudió Informática, pero, a base de acompañar a los técnicos de IBM, fue aprendiendo y, poco a poco, amplió sus responsabilidades reparando también los ordenadores de sobremesa de Farinafina, porque aprendía rápido y se le daba muy bien.
A Antonio siempre le había gustado la informática. En casa trasteaba con ordenadores de amigos y familiares y solucionaba todo tipo de problemas con mucho éxito. Le gustaba tanto que incluso llegó ha hacer un curso de programación en Visual Basic que después le sería de mucha utilidad.
La empresa fue creciendo y las tareas de informática en Farinafina le ocupaban tanto tiempo que dejó de lado el mantenimiento eléctrico. Fue entonces cuando pasó a ser el responsable de informática de Farinafina. Además de hacer el mantenimiento de los ordenadores, también gestionaba los servidores. Incluso él mismo se había creado sus pequeños programas, que le ayudaban a controlar el gasoil de los camiones, las revisiones de la maquinaria y las copias de seguridad.
Antonio tenía una gran capacidad de aprendizaje y lo pillaba todo sobre la marcha. A base de esfuerzo, dedicación y muchas horas de trabajo, se hizo muy importante dentro de Farinafina. Antonio había creado el departamento de informática a su imagen y semejanza, todo el mundo estaba contento con él y tenía su propio ecosistema de aplicaciones que le ayudaban a solucionar todos los problemas de la empresa.
Todo iba bien, incluso Farinafina había dado sus primeros pasos para transformar la harina en bases de pizza, pero entonces Antonio anunció que tenía que abandonar la empresa porque a su mujer, una bioquímica que trabajaba en una multinacional, le habían ofrecido un puesto de mucha responsabilidad en Massachusetts y no podían dejar escapar la oportunidad.
Hacía 10 años Antonio estaba en el centro de todo y con su marcha en Farinafina empezaron a tener problemas. Te invitamos a continuar leyendo este relato, basado en hechos reales, que el equipo de nearCrumbs ha creado para explicarte la importancia que tiene la seguridad informática para tu empresa. En el próximo capítulo te explicaremos cómo Farinafina buscará substituir a Antonio.
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