El 45% de los ex-empleados si pueden.
Debido a la movilidad de trabajadores que existe en el mercado actual, quienes tenemos la responsabilidad de proteger la integridad de los datos de nuestra empresa deberíamos tomar una serie de medidas de seguridad para que, una vez que finaliza la relación contractual, los ex-trabajadores dejen de tener acceso a información confidencial de la empresa. Un paso que puede resultar un poco laborioso en el momento, pero que nos ahorrará algún que otro disgusto.
Una buena forma de optimizar el proceso es iniciarlo en el momento en que el empleado empieza a trabajar con nosotros: crear una estructura de ficheros propios y comunes para todos y que cada perfil tenga acceso a los datos y documentos necesarios para su trabajo. Si este control se realiza mediente el correo electrónico empresarial del empleado, una vez que desaparezca el correo, desaparecerá también el perfil, y por tanto, la posibilidad de este empleado de volver a entrar en la plataforma de la empresa.
Otro de los puntos fuertes que deberíamos contemplar, en las empresas, es dar a nuestros empleados un acceso a la nube para guardar sus documentos, de manera que haya acceso a ellos desde distintos equipos. Hoy en día, son muchos los que tienen que acabar sus labores en casa; o estar pendientes de trabajos urgentes, cuando se encuentran en viaje. Necesitan poder acceder a documentos importantes y, si la empresa no les facilita esta forma de alojamiento, buscarán otros medios alternativos para poder finalizar su trabajo, como Dropbox o Google Drive.
Si les ofrecemos un almacenamiento en la nube propio (hay muchas posibilidades en el mercado), las empresas podrían obligar a los trabajadores a guardar allí los documentos sensibles. Tal vez, mediante una cláusula en el contrato. Otra forma de evitar la salida de documentos es la de ofrecer, dentro de esa plataforma, la edición de documentos. Evitaríamos su descarga y que los empleados puedan guardar información sensible en sus propios equipos.
Las empresas deberían también pedir a sus empleados que devuelvan el material que se les ha facilitado para el desempeño del trabajo en la empresa que les contrató (teléfonos móviles, tabletas u ordenadores portátiles). Y es que esto, que parece tan obvio, muchas empresas, ya sea por desidia o por tener un detalle con el extrabajador, no lo hacen: ya no es el coste del equipo en sí, sino la información sensible que se haya almacenado.
Además, la empresa debería incitar a los empleados a guardar sus pautas de trabajo en dichos equipos: así, una vez que el trabajador devuelva el equipo que ha estado utilizando, la empresa podrá tener acceso a la información y los datos que el empleado haya ido recopilando en el tiempo en que estuvo trabajando para la empresa.
Estas son algunas recomendaciones, pero hay muchas otras medidas que las empresas podrían llevar a cabo para guardar a buen recaudo los datos de sus clientes y la información relativa a las líneas en las que se está trabajando. Y es que nunca se sabe: puede ser que nuestro trabajador se vaya mañana a la competencia y se lleve una cartera de clientes y unas formas de trabajo que a nosotros nos costó mucho tiempo y dinero desarrollar. También es posible que no le sienten bien el despido o la ruptura de la relación contractual y busque hacer daño, de la manera a la que tenga acceso.
Hay un dicho famoso que reza: más vale prevenir que curar. Contratar no solo viendo las habilidades de una persona, sino también comprobando su historia laboral nos ahorrará disgustos. Hemos de poner los datos de la empresa a buen recaudo, incluso, antes del primer día de trabajo de un nuevo empleado. En nearCrumbs ponemos a vuestra disposición nuestro equipo de expertos en seguridad para prevenir este tipo de situaciones o incluso minimizar la posible amenara de un ex-trabajador que pueda ocasionar algún daño.
La información de este artículo se ha basado en Panda Media Center