En el artículo anterior comentamos algunos pasos para realizar un diagnóstico básico de nuestro equipo en caso de que nos funcione con lentitud. Hoy vamos a comentar cuales son los cuellos de botella habituales y posibles soluciones.
Puntos habituales de lentitud
Dependiendo del ordenador, componentes, antigüedad y el software instalado, la lentitud puede ser causada principalmente por:
1. La CPU
El procesador del ordenador es el cerebro del ordenador y dependiendo de su velocidad, número de núcleos y antigüedad puede estar funcionando en porcentajes cercanos al 100%. Si este es nuestro caso, podemos revisar el software instalado (ver punto 4) para comprobar si existe algún programa que esté haciendo un uso desmedido del mismo ya que cambiar este componente es caro y la opción recomendada será adquirir un equipo nuevo. Nuestra recomendación es adquirir un equipo con una CPU de cuatro cores por lo menos.
2. La memoria
Si no tenemos suficiente cantidad, el equipo puede tener que utilizar el disco en su lugar y esto penaliza mucho el rendimiento. Si tenemos ranuras libres, podemos instalar más memoria compatible en nuestro equipo. Nuestra recomendación hoy en día sería tener como mínimo 8 GB en el sistema.
3. El disco
Es donde se guarda toda la información permanente en nuestro equipo y si es un disco duro antiguo seguramente será mecánico (HDD). Cambiarlo por un disco duro de estado sólido (SSD) hará que notemos una mejora considerable de velocidad. También es necesario tener una buena cantidad de espacio libre (10-20%), nosotros recomendamos (en función de nuestras necesidades), un SSD de 512 Gb o superior.
4. El software instalado
Si nuestro equipo es relativamente nuevo, no hemos escatimado la inversión a la hora de adquirirlo y funciona lento, pudiera ser que esté infectado por algún tipo de virus que esté realizando procesos sin que nos enteremos (ataques a otras máquinas, minado de criptomonedas, encriptado de ficheros, etc..) o que algún programa o driver tenga algún fallo que no está corregido. Conviene tener el software original, actualizado, estar protegidos por un buen antivirus y comprobar que no hay procesos maliciosos ejecutándose.
Conclusiones
Nuestra recomendación es hacer un diagnóstico previo personalizado y actuar en función del resultado.
En los equipos con hardware básico o antiguo, instalar un disco SSD o ampliar la memoria suelen ser las opciones más habituales y recomendables para acelerarlo si disponemos de algo de presupuesto.
En el próximo y último artículo de la serie, repasaremos algunas pequeñas comprobaciones y acciones que podemos realizar también para optimizar el software de nuestro equipo y que utilice menos recursos.
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