Pongámonos en situación. Tienes una mediana empresa y estás en temporada alta, todos los departamentos van al máximo y cuando menos te lo puedes permitir todo se para porque el sistema informático se ha quedado colgado. ¿Qué es lo que ha pasado? ¿Por qué a mi? ¿Por qué ahora?
Este tipo de situación es totalmente indeseable para cualquier empresa, pero ya sabes que la ley de Murphy dice que la tostada siempre cae por el lado de la mantequilla. Desde nuestra experiencia sabemos que los sistemas informáticos de las PYMES caen por tres causas principalmente:
- Fallos de comunicaciones
- Crecimiento irracional provocado por una falta de planificación
- Falta de implicación por parte del personal informático que deriva en una clara desatención del sistema
Volvamos a ponernos en situación e imaginemos una escena bastante típica. Pongamos el ejemplo de una empresa que con el tiempo ha ido creciendo. Tal y como pasa en muchas ocasiones este crecimiento no ha sido planificado y por lo tanto, el tamaño de algo tan básico como la base de datos ha crecido tanto que, en el momento menos oportuno, el disco duro queda totalmente lleno provocando que el sistema quede totalmente colgado.
Volvamos a la ley de Murphy i supongamos que lo hace en el peor de los casos y de forma que toda la empresa está totalmente parada en un momento crítico. Lo que suele ocurrir es que la persona más espabilada de la empresa intenta reiniciar el sistema de la misma forma en como siempre lo hace. Si, decimos que lo vuelve a hacer porque el sistema puede haber caído otras veces y no dar parte a la empresa de informática.
Finalmente y después de quizás haber agrandado el problema por manipular el sistema desde el completo desconocimiento llama con carácter de urgencia a la empresa de informática. El caos podrá ser resuelto o no en función del tipo de problema que puedan encontrarse. En el mejor de los casos la empresa habrá quedado totalmente parada durante algunas horas y el propietario o responsable de la empresa habrá sufrido un gran susto que le quitará sin duda algunos meses de vida. En el peor de los casos el sistema podría requerir operaciones de urgencia y cuidados intensivos.
Que un disco duro lleno paralice el sistema informático de una empresa es un grave problema que puede ser resulto de forma rápida y más o menos indolora, pero desde luego si hubiese sido detectado a tiempo podría haber sido reemplazado de forma programada. Esta es la diferencia entre el inconveniente de cambiar el disco duro de forma controlada al problema que genera por no haberlo detectado previamente.