Los teléfonos móviles inteligentes han ido conquistando nuestra vida aglutinando cada vez más funciones del día a día, facilitándonos tareas y haciéndose casi imprescindibles. Sin embargo, casi todos estamos concienciados de que en un ordenador de sobremesa o portátil tenemos que instalar un antivirus para protegerlos frente a programas maliciosos y ataques de internet, pero ¿Qué pasa con nuestros teléfonos móviles? Operamos con nuestras cuentas bancarias, compramos en tiendas online, conversamos por whatsapp y guardamos las fotos de nuestra familia y… los ciberdelincuentes lo saben.
Las amenazas dirigidas a smartphones han crecido exponencialmente y hay que ser conscientes de ello y protegernos.
Nos podemos contagiar de forma muy similar a un PC: mediante descargas de internet, instalaciones de aplicaciones maliciosas, navegación por webs infectadas, con adjuntos de correo electrónico, archivos compartidos por whatsapp o simplemente teniendo el bluetooth activado.
Y las consecuencias pueden ser igual de desastrosas o incluso peores ya que el teléfono nos acompaña mucho más tiempo que nuestro ordenador. Mencionamos un repertorio de ellas que seguro que nos hacen plantearnos el tomar algunas precauciones:
- Pérdida o robo de información (personal o empresarial): Contactos, calendario, correos, fotos, videos, redes sociales, cuentas de usuario, contraseñas, etc.
- Espionaje de nuestras llamadas, teclas que pulsamos, mensajería instantánea e incluso nuestra vida real a través de las cámaras, micrófono y GPS.
- Acciones ocultas con gasto económico como envío de SMS premium, llamadas a números de tarificación especial, etc.
- Desvío de transacciones de banca móvil.
- Consumo excesivo de la tarifa de datos.
- Publicidad añadida y navegación web en páginas no solicitadas.
- Utilización intensiva del procesador del teléfono para llevar a cabo minería de criptomonedas.
- Participación en ataques coordinados a sitios web, formando parte de una red de bots.
- Inutilización de ciertas funciones del teléfono.
- Reducción del tiempo de batería y fallo total del teléfono.
Y vistos los horrores de todo ello, a continuación, te ofrecemos algunas recomendaciones para tener en cuenta y evitar que esto nos llegue a pasar:
- Descargar archivos solo de páginas web de confianza.
- Instalar aplicaciones solo de las tiendas oficiales.
- Deshabilitar la instalación de aplicaciones de fuentes desconocidas.
- Cuantas menos aplicaciones tengamos instaladas mejor.
- Revisar los permisos de las aplicaciones siempre que lo soliciten y dar los permisos mínimos necesarios.
- Desconfiar de webs que piden acceso al micrófono y webcam.
- No abrir adjuntos de los cuales no conozcamos el remitente.
- Desactivar el bluetooth y activarlo solo cuando lo utilizamos.
- Utilizar redes WIFI seguras.
- Mantener el software (sistema operativo y aplicaciones) actualizado.
- Revisar el consumo de datos para ver si cuadra con nuestro consumo real.
- Realización de copias de seguridad periódicas de toda la información que guarda nuestro teléfono.
- No liberar el acceso root a nuestro dispositivo.
- Instalar un buen antivirus para móviles.
¿Quieres que te ayudemos a proteger tus dispositivos móviles?
¡Contacta con nosotros!