Quizá necesitas un nuevo sistema informático y te han recomendado un sistema de alta disponibilidad. Aunque el mismo nombre ya da pistas sobre lo que es, hoy vamos a explicarlo un poco más en detalle
¿Qué es?
Una definición de disponibilidad seria “la proporción de tiempo en la que un sistema está en condiciones de funcionamiento”.
La disponibilidad de un sistema se suele expresar como un “100% menos el tiempo que no está disponible”. Por tanto, cuando hablamos de alta disponibilidad, estamos hablando de un porcentaje muy alto, cercano a 100, que suele medirse en “nueves”, por ejemplo 99%, 99.9%, 99.99%, etc.
Con esto, lo que queremos decir, es que el sistema estará funcionando sin problemas, por ejemplo, el 99% del tiempo, es decir, en un año, estaría disponible todas las horas salvo 3 días y 15 horas aproximadamente. Y con una disponibilidad de 99.99% solo estaría parado unos 53 minutos.
Este tiempo que el sistema no está disponible puede deberse a fallos imprevistos, pero también a tareas necesarias de mantenimiento como reinicios, parches de software, etc…
¿Cómo podemos conseguir que un sistema no falle?
Como bien sabemos, en informática, al igual que en muchas áreas de la empresa, siempre se puede producir un fallo que nos deje tirados. Por ello, para conseguir que un sistema critico no se pare, la principal técnica que se aplica es la redundancia.
De esta esta manera, se diseñan todos los componentes (servidores, conexiones, elementos de red, almacenamiento, protección eléctrica, etc..) de manera que puedan estar duplicados una o varias veces y que, en caso de fallo de un componente, el sistema pueda seguir funcionando con normalidad.
Por otro lado, también tenemos que trabajar con un software adecuado que pueda gestionar todo este hardware duplicado. Es importante además que el sistema sea monitorizado y se disponga de soporte para que en caso de fallo se diagnostique la avería y se pueda arreglar lo antes posible.
Resumen
Es necesario valorar si la inversión en equipos redundados para tener un sistema de alta disponibilidad nos merece la pena teniendo en cuenta todos los factores. Algunas preguntas que nos podríamos hacer para valorar el coste / beneficio y hacer números serian:
- ¿Cuánto nos costaría un día de inactividad de toda la plantilla? ¿Y una semana?
- ¿Cuántos ingresos perderíamos por dejar un día de producir o de vender? ¿Y una semana?
- ¿Qué perjuicio económico y/o reputacional tendría el no entregar uno o varios pedidos a tiempo porque no podemos trabajar?
Normalmente, empresas muy pequeñas podrían asumir ciertos días de inactividad, pero en empresas medianas y grandes en las que se depende de la tecnología para las labores productivas merece la pena realizar inversiones razonables para evitar paradas de los servicios informáticos.
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